Martina Pez
Durante más de cuatro años, y por infinitas razones de las que nunca confesaría la última, un alter ego, MartinaPez me acompañó en el mundo digital. Ha llegado la hora de dejar que continúe su camino, no sin antes dedicarle este pequeño espacio dándole las gracias.
Ella sabe por qué.
Martina es inspiración, buen rollo y ha sido una gran compañía.
Sueña con ser editora de revistas y tener su propia empresa de comunicación. Seguro que lo consigue.
Os dejo su bio. Si la necesitáis en algún momento, seguro que es fácil encontrarla.
[Lo bueno de tener un alter ego es eso, que siempre puedes volver a invocarlo]
BIO Martina
Soy MARTINAPEZ. Antes de que me lo preguntes, lo de Pez no es ni por los caramelos de los ochenta ni por mi mala memoria cuando quiero olvidar algo…
Voy
En realidad no sé de dónde viene mi nombre, pero sí hacia dónde voy: al futuro.
Soy algo hiperactiva, perfeccionista hasta el aburrimiento y detesto incumplir plazos.
Me encanta bucear en la intrahistoria de cualquier historia, el potencial de las redes sociales,
los retos y el diseño. Y el gazpacho casero.
Vengo
He llegado hasta aquí acumulando experiencias y recuerdos, y con una historia prendida en la memoria.
Dejé mi Plaza Mayor, mis calles estrechas y mis fiestas de guardar, y me vine a Madrid en busca de fortuna –je!-, de ideas frescas y de gente con ganas de hacer cosas diferentes en comunicación, diseño y márketing de contenidos.
Soy
Me gustan las paradojas, son un poderoso estímulo para la reflexión.
Siempre me gustó la bohemia, el té y una buena conversación; siempre aprendo algo, siempre lo anoto en papel. Pienso a boli. Adoro las nuevas tecnologías, aunque también me fascina el olor a tinta de una revista bien diseñada o el rugoso tacto de un libro usado.
Me gusta
Tengo un tipómetro en la mesilla, un espejo y chocolate. Disfruto con el sol en la cara, las sillas con nombre, y con cualquier propuesta trendy que me haga sentir viva.
Me gustan las palabras, las buenas ideas, el rojo de labios y encontrar soluciones a propuestas complicadas. Y todo, y siempre, con un puntito de rock&roll.