Seduce, provoca, inquieta. Es Masala Chai, sin pleonasmos.
Seduce su aroma y de este modo toma por asalto el sentido del gusto, y junto a él se disparan el resto; enciende la imaginación, alimenta el espíritu, calienta en invierno, refresca durante el estío, aleja el hastío y tiene propiedades digestivas, ayurvédicas y sensuales. En nariz es meloso, fuerte e inquietante a la vez, y en boca la explosión es inesperada. Como esa mujer hermosa con la que soñabas. Fuera pleonasmos*, es Masala Chai.